Una alquería de la Tierra de Estepona: Benamorabe.
Publicado un análisis arqueológico y etimológico de una alquería andalusí, Benamorabe, resultado de la implantación en el lugar de un almorávide en el siglo XI
La capacidad de evocación que tienen los restos de antiguos edificios abandonados en el entorno rural nos llevó un día hasta el que figura en los planos como «cortijo de Benamorabe», entre los términos municipales de Estepona y Casares. Hay belleza en la decadencia de estas antiguas construcciones, en uso mientras la tierra produjo lo que se espera de ella: alimento y sustento para la población. El cambio del modelo económico en las zonas costeras desde la segunda mitad del s.XX las relegó al olvido y hoy permanecen decrépitas, en silencio bajo la colosal presencia de Sierra Bermeja; porque resulta imposible no elevar la vista hacia esas moles rojizas que hacen de traspaís a Estepona y Casares. Entre los cerros más inmediatos de esta montaña, uno destacaba especialmente detrás del cortijo; conocimos su nombre por el saber de esas generaciones que pronto se perderán, la gente que «vivió del campo». El cerro era conocido como Cerro del Águila.
La investigación documental sobre la zona nos proporcionó una descripción perfecta de este paisaje en los libros de repartimientos de Estepona y Marbella y nos permitió, después de más investigación documental y muchas jornadas de exploración, plantear una propuesta, contando con la colaboración de amigos, el arabista Virgilio Martínez Enamorado y el arqueólogo Ildefonso Navarro Luengo, para la identificación y ubicación de distintos elementos paisajísticos y de poblamiento, y sobre el origen de sus nombres; todo ello en torno a la alquería de Benamorave, cuyo topónimo guarda relación a la implantación en esta zona de un almorávide, hacia el siglo XI, y cuya población pudo proceder del citado Cerro del Águila, donde existió también un asentamiento de altura sobre los siglos IX-X.
Además de esta hipótesis principal, planteamos que el topónimo que recibe el cercano arroyo Vaquero tiene su origen en la presencia desde antiguo de ganadería en la zona, pero en concreto, a la existencia de un albacar pues, aunque no hallamos constancia arqueológica para ello, coincidiría con la aparición de una torre en los portulanos medievales de los siglos XIV al XVI cuya leyenda evoluciona desde «Tierra de Vacas» a «Torre del Vaquero», que no correspondería a la torre castellana de Arroyo Vaquero (construida en 1575), y que tendría su origen en la existencia de este albacar para el ganado, de donde el arroyo y, posteriormente, la torre almenara, tomaron su nombre.
Pueden leerse los resultados de este trabajo en un artículo publicado en la revista Takurunna: Anuario de Estudios sobre Ronda y la Serranía.
Bibliografía:
- Martínez Enamorado, Virgilio; Martos Martín, Javier; Navarro García, José María (2012) «Una propuesta de identificación arqueológica y etimológica para una alquería de la Tierra de Estepona: Benamorave». Revista Takurunna, Anuario de Estudios de Ronda y la Serranía, núm.2, pp.167-186