41 Semana Cultural de Casares

Regularmente hacemos rutas de divulgación en distintos enclaves naturales e históricos de la provincia de Málaga, pero pocas se disfrutan más como cuando los participantes son jóvenes en edad escolar y se aprecia que han asimilado algunos conceptos importantes.

A lo largo de dos días, el alumnado de 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de Secundaria del colegio Blas Infante de Casares, ha conocido en visitas que hemos interpretado por el casco histórico de Casares numerosos aspectos de la historia y las características naturales de este pueblo y su entorno. Especialmente se sorprendieron al saber que todo lo que alcanzaba su vista era un gran fondo marino hace 200 millones de años, cuando sedimentaron los materiales que dieron lugar a las rocas calizas que conforman la Sierra de la Utrera o la propia peña de Casares, aunque hubo que esperar a que materiales provenientes del interior de la Tierra que dieron lugar a la vecina Sierra Bermeja, salieran a la superficie para explicar cómo se formaron los principales relieves montañosos que vemos en la actualidad.

Aprender con la vista y el tacto

El alumnado también tuvo entre sus manos numerosas rocas y minerales de la zona, que fueron utilizados como recursos en el pasado, como la malaquita (cobre), la magnetita (hierro, que otorgó un papel protagonista a la metalurgia de la provincia de Málaga en la segunda mitad del s. XIX), el grafito (especialmente importante a nivel europeo a finales del s. XVIII), el talco o algunas otras que se utilizaron para fabricar herramientas durante la Prehistoria, como el sílex, las areniscas o las propias calizas.

También aprendieron sobre las distintas culturas que han pasado por el término municipal de Casares, que dejaron numerosas evidencias arqueológicas como las de la cercana ciudad romana de Lacipo, y especialmente durante la Edad Media, cuando aparece Casares como pueblo.

Ha sido una actividad que hemos organizado para el ayuntamiento de Casares, dentro de la ya veterana Semana Cultural, que este año celebra la 41 edición. Es una experiencia enriquecedora para los jóvenes porque tienen ejemplos prácticos de todo lo que estudian en el colegio en asignaturas como la geología, la biología o la historia. El alumnado e incluso el profesorado, que en ocasiones solo está de paso durante un año, acaban comprendiendo que Casares no solo es un pueblo bonito, sino que está ubicado en un interesante lugar geográfico desde las perspectivas natural e histórica: un sitio verdaderamente singular.

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