Espeleología en la Sierra de la Utrera (Casares)
PARA GRUPOS ORGANIZADOS
Turismo activo
Organizamos para grupos provenientes de centros docentes, ayuntamientos, asociaciones u otros grupos privados, visitas a algunas de las cuevas de la Sierra de la Utrera (Casares), el karst más meridional de Europa. Esta actividad, sujeta a permisos especiales recogidos en la normativa del Ayuntamiento de Casares que regula la actividad espeleológica, se desarrolla en colaboración con el Grupo de Exploraciones Subterráneas de Casares.
Proyecto
Esta actividad se realiza en colaboración con el Grupo de Exploraciones Subterráneas de Casares (GES Casares). Tanto Acaire como GES Casares formamos parte de la Mesa de seguimiento del BIC Sierra de la Utrera, por lo que cualquier tipo de actividad que practicamos en este singular entorno se realiza respetando escrupulosamente sus valores naturales y culturales, en particular, los yacimientos arqueológicos, los periodos de nidificación de las rapaces y de hibernación de los murciélagos, durante el cual no se realiza ningún evento.
Para el desarrollo de la actividad, Acaire proporciona las autorizaciones municipales, seguros y el equipamiento técnico necesario (monos, guantes, cascos y focos). Durante la misma, conducidos por espeleólogos de GES Casares y miembros de Acaire, se realiza una interpretación del entorno desde las perspectivas geológica e histórica.
Resultado
Desde el año 2007 formamos parte de la Plataforma Ciudadana por la protección de la Sierra de la Utrera. En noviembre de 2014 coordinamos el grupo que redactó el expediente para la catalogación de la Sierra de la Utrera como Bien de Interés Cultural con la tipología «Zona Patrimonial». En marzo de 2015 el Ayuntamiento de Casares aprobó el decreto que establecía la normativa para la regulación de la práctica de la actividad de espeleología en este torcal casareño, por el que se catalogaban sus numerosas cuevas y simas en tres tipos:
- Tipo A, sin yacimiento arqueológico. De libre acceso, sin comunicación o autorización previa
- Tipo B, con yacimientos arqueológicos de baja fragiliad y acceso controlado para actividades deportivas, recreativas o turísticas previa autorización del Ayuntamiento de Casares
- Tipo C, con yacimientos arqueológicos de protección máxima y acceso restringido exclusivamente a fines de investigación arqueológica, previa autorización del Ayuntamiento de Casares
La Sierra de la Utrera
La acción de los agentes geológicos externos sobre las rocas carbonatadas de la Sierra de la Utrera ha originado una morfología kárstica con una apariencia muy similar a la del Torcal de Antequera. Conforma uno de los ejemplos más destacados en España del singular paisaje con morfología tipo ciudad de piedra. A la formación de este paisaje tan característico han contribuido la litología de las rocas carbonatadas, la alternancia de capas, la disposición horizontal de los estratos y las fracturas que afectan al macizo.
Las formas exokársticas constituyen uno de los rasgos más característicos de esta sierra, dando lugar a un “bosque de piedras” con una típica estructura ruiniforme que presenta caprichosas formas.
Las formas endokársticas están representadas por numerosas simas con componente vertical y bastantes cavidades con un mayor desarrollo horizontal. En ellas se desarrollan espeleotemas de gran belleza e interés científico.
Valores culturales
La Sierra de la Utrera concentra un buen número de elementos de interés patrimonial resultantes de sus condiciones como singular entorno natural y del uso que tradicionalmente el hombre ha hecho del lugar desde el Paleolítico hasta la actualidad. Aunque hoy día está despoblado, fue refugio de diversos grupos humanos que explotaron sus variados recursos naturales, tanto para la obtención de materias primas (areniscas, calizas, mármoles) como para el desarrollo de actividades agroganaderas. Junto a ello, la geología del karst, su orografía y preponderancia en el territorio conllevaron el aprovechamiento prehistórico de sus cavidades. Destacan sitios de hábitat como la Cueva de Gran Duque o el uso funerario de la sima Hedionda IV, que se remonta a inicios del Neolítico.
Del mismo modo, su amplia visibilidad y fácil defensa natural posibilitaron la creación de un asentamiento de la Edad del Bronce. A finales de este periodo corresponden algunos objetos exóticos que testimonian los primeros contactos establecidos con los fenicios en la región, que debieron producirse en la cercana desembocadura del río Guadiaro y en Los Castillejos de Alcorrín (Manilva). Décadas después, tras el abandono de Alcorrín, se construye una fortaleza en las cúspides de la Sierra de la Utrera que, durante cientos de años, hizo el papel de auténtico “lugar central” en la organización del poblamiento a nivel comarcal, hasta su abandono en el siglo III a.C., momento en el que este papel lo jugará el cercano sitio de Lacipo.
Referencias:
- Martos Martín, Javier; Suárez Padilla, José; Tomassetti Guerra, José María (2018). Caminando por la Historia de la provincia. Gran Senda de Málaga (Diputación de Málaga, 2018. 576pp). Depósito legal: MA 593-2018