¿CÓMO RESPONDE EL EMBOVEDADO DEL ARROYO MONTERROSO?

La DANA de Valencia nos advierte de que lo excepcional puede ocurrir

El “Estudio Hidráulico para la ordenación de las cuencas de la Costa del Sol Occidental (Málaga)” (Junta de Andalucía, 2005) incluye algunos cálculos de modelado hidráulico con el software HEC RAS para el arroyo del Monterroso (Estepona). Utilizando estos datos, las cotas que señala el catastro y haciendo algunos otros cálculos con SIG, hemos señalado sobre distintas bases cartográficas la respuesta en tres puntos del embovedado al caudal que llevaría en m3/s para distintos periodos de retorno (5 años, 10, 25, 50, 100, 250, 500 y 1000 años). Conviene decir que en la Dana de Valencia llovió la cantidad calculada para un periodo retorno de 1000 años, es decir, lo excepcional puede ocurrir.

El embovedado discurre bajo la avenida Juan Carlos I. Tiene una longitud de 1155 m, se supone que posee una sección constante de 10 m x 2,6 m y una pendiente también constante. En superficie, el gradiente de cotas va desde los 13,37 m en su embocadura, hasta los 3,88 m en su desembocadura embovedada, según señala la información catastral.

Análisis en tres puntos concretos del embovedado

El inicio del embovedado en la embocadura (cota 13,37 m), a 1155 m de la playa, no tiene capacidad para el caudal calculado para 100 años o más, con lo cual se inundaría esa zona: superaría los 14 m y podría llegar a los 15,5 m en los periodos mayores. El principio de la avenida Juan Carlos I (cota 11,48 m) se inundaría con el caudal calculado para periodos de retorno de 250 años o más: de 12 m a 13,5 m. A esta inundación se suman las aguas superficiales que bajan del polígono y del recinto ferial.

El embovedado funciona bien a la altura de los columpios que hay en el barrio San Isidro (cota 9,4 m), a 675 m de la desembocadura. No se inundaría en ninguno de los periodos de retorno calculados con el agua que trajese el río aguas arriba de su embocadura. En el periodo calculado a 1.000 años, el embovedado conduce desde esta zona hasta su desembocadura el caudal ocupando casi todo el volumen disponible, por lo que no tendría capacidad para recibir todas las aguas superficiales de la red de pluviales que desaguan los colectores, causando probablemente inundación superficial. Para el barrio San Isidro hay que señalar además que, aunque no haya inundación fluvial, las aguas superficiales bajan siguiendo el trazado natural del arroyo Juan Benítez (aunque esté soterrado también por aquí), por lo que por orografía el barrio San Isidro concentra más humedad, como ya se comentó en una publicación anterior. Salvo esta salvedad, a partir del barrio San Isidro, el embovedado responde bien en su capacidad de evacuación del curso fluvial hasta su desembocadura en periodos de retorno de hasta 1.000 años. Los problemas de inundación podrían venir en estos periodos por las aguas superficiales, la orografía y el diseño de la red de pluviales. Y, en periodos de retorno superiores a los 1.000 años, por la incapacidad del embovedado de albergar más caudal.

Todos estos comentarios suponen que el interior del embovedado, que se empezó a construir en abril de 1973, no tiene nada que lo obstaculice. Para los mapas compartidos en esta publicación se ha utilizado como base cartográfica una ortofoto actual, la del vuelo interministerial de 1977  y la del vuelo americano Serie B de 1956.

La avenida de San Lorenzo

De todo lo anterior se deduce que el embovedado del arroyo Monterroso responde bien en su desembocadura ante episodios de lluvias con periodos de retorno de hasta 1.000 años. No obstante, la zona de la avenida de San Lorenzo funciona como una especie de sumidero artificial para la cuenca fluvial del Monterroso, porque está a cota más baja que el propio embovedado y todas las zonas circundantes; a esto se añade que el nivel freático está ahí más cerca de la superficie. Los dos pasillos laterales al embovedado, situados a cotas 1,26 m (occidental) y 1,43 m (oriental), cumplen bien su función, pero convendría tener en cuenta todas estas consideraciones a la hora de dimensionar la red de pluviales de esa zona y cualquier proyecto de urbanización.

Respecto a la embocadura, que es la zona donde podría haber problemas, tal vez la renaturalización (restauración hidrológico-forestal) del arroyo y aumentar su calado podría mitigar las inundaciones que evidencian los datos aquí tratados.

Pueden descargarse los mapas en alta resolución de esta publicación y utilizarse citando la fuente, en los siguientes enlaces:

Referencias

  • AGENCIA ANDALUZA DEL AGUA (2005). Estudio Hidráulico para la ordenación de las cuencas de la Costa del Sol Occidental (Málaga). Consejería de Medio Ambiente, Junta de Andalucía.
  • AYUNTAMIENTO DE ESTEPONA (2024). Proyecto básico y de ejecución de aparcamiento subterráneo, locales de equipamiento y reurbanización del boulevard de Parque Central, Estepona (Málaga). Expediente 5632/2024